En otra entrada anterior del blog
decíamos que las dos áreas de trabajo para lograr un diseño facilitador de la
orientación espacial son la organización espacial y la comunicación ambiental,
una tarea interdisciplinar entre arquitectos, urbanistas y diseñadores
gráficos. Pero, ¿cómo contribuir desde la arquitectura al diseño capaz
de facilitar la orientación espacial?
Estrategias espaciales:
En segundo lugar, será conveniente facilitar la legibilidad de la agrupación de éstas en la forma global del conjunto de la intervención. Esta legibilidad se vincula a la comprensión de la relación entre organización y forma que se ha construido en cada proyecto. La organización puede responder a modelos variados, por ejemplo linear, focal, en red, o combinaciones de éstos, pero siempre actúa como un esqueleto de la forma global. En la forma global debemos reconocer el patrón de movilidad del edificio y el de organización del programa.
Estrategias comunicativas:
La forma de determinadas partes
resulta crucial para desvelar y comunicar la organización espacial y de la movilidad en el
complejo. Estas partes se relacionan con puntos significativos en el sistema de
circulación como son los accesos, las salidas de evacuación, los recorridos y
los núcleos y comunicaciones verticales. Pero también, como hemos dicho, se
debe comunicar a escala global cómo funciona la propia
estructura del sistema de circulación y su organización funcional.
¿Qué estrategias
formales permiten reconocer un acceso? Una puerta que se abre en un muro
puede funcionar como un acceso, pero no será legible para el usuario como
acceso a menos que se construya como tal. En primer lugar, resulta necesario
amplificar la escala de la puerta y llevarla a escala del edificio completo. El
acceso no es de espesor cero; más bien exige pensar en un umbral, cuya
proporción depende de lo que tiene alrededor. En segundo lugar, dicho umbral
debe ser visible por el usuario, por lo que su diseño contempla el diseño de
las secuencias de aproximación. Se
trabajará todo el espacio anterior a éste para posicionar y dirigir al usuario hacia
la entrada, ofreciendo una visión frontal de éste o de escorzo. En tercer lugar
se podrá reforzar su identidad mediante elementos de apoyo como marquesinas,
escalones, arbolado, láminas de agua, o trabajar por contraste con la
iluminación o la materialidad.
La complejidad espacial, la visibilidad, y la diferenciación
de identidades serán cuestiones importantes no sólo para los accesos, sino
también para los demás puntos significativos del sistema de circulación,
particularmente los recorridos y los núcleos de comunicación vertical.
Alvaro Siza. Conjunto parroquial en Marco de Canaveses, Oporto.
Viaje a Oporto 07.10.2012.