Parques de juegos en Amsterdam, Dijkstraat, 1954 (izq) ; Buskenblaserstraat, 1955-56 (dcha).
Según
nos relata Richard Sennet en El Artesano (2008), el objetivo que se proponía Van
Eyck con sus pequeños parques de juegos en Amsterdam era enseñar a los niños a
prever y manejar las transiciones ambiguas en el espacio urbano, así como
estimular la autonomía y el deseo de investigar. Sennet se detiene a analizar las
estrategias planteadas en algunos de sus playgrounds. En la zona de recreo de
Hendrikplantsoen, la deliberada ausencia de delimitación precisa entre los
cajones de arena y las áreas de hierba, ofrecía a los más pequeños la
oportunidad de asombrarse ante la diferencia táctil entre ambos. La transición
hacia áreas para niños de más edad se construía mediante un bosque de piedras
escalonadas, cuya dificultad para el niño pequeño se traducía en el
reconocimiento de un borde, sin haber tenido que construir un límite preciso.
En el parque de Buskenblaserstraat, situado en medio de una esquina de tráfico
ininterrumpido, Van Eyck colocó unas formas simples tubulares. La deliberada
ausencia de protección del equipamiento lúdico estimulaba una actividad
cooperativa de vigilancia ante los coches que pudieran acercarse, y la ambigüedad
de su ubicación demandaba la invención de reglas que permitieran el juego sin
ser atropellados. Con ello Van Eyck buscaba que los niños desarrollaran la
habilidad de anticipar el peligro y manejarlo, es decir, que aprendieran a
protegerse más que a ser protegidos. Sus playgrounds estimulaban la
autonomía. En Boetzelaerstraat buscaba
que niños, adolescentes y adultos se mezclaran físicamente y aprendieran a
usarlo conjuntamente. Y concluye Sennet, que los niños que aprendieron a
llevarse bien con la ambigüedad inherente a los diseños de sus parques
terminaron creando reglas de comportamiento para sí mismos. Los playgrounds de
Van Eyck son una lección de educación en la ambigüedad.
¿Qué
podemos aprender del diseño estratégico de Van Eyck con vistas a estimular una
vida activa para los mayores de Afurada?
Referencias:
Richard Sennett, 2008, El Artesano.
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